Con el objetivo de encausar las próximas disposiciones, el mandatario estableció cuatro pilares: abordar la inflación y un aumento salarial, restaurar y fortalecer el poder adquisitivo del país aprovechando la debilidad del yen, acelerar la aplicación de su estrategia “nuevo capitalismo” y garantizar la seguridad ciudadana, reseñó la prensa nipona.
“Responderemos a los cambios en la situación económica, como los riesgos de una desaceleración mundial y el aumento de los precios”, dijo Kishida en la última reunión del Ejecutivo.
El nuevo paquete podría incluir también el establecimiento de un sistema para paliar las crecientes facturas de electricidad.
Al respecto, el secretario en jefe del Gabinete, Hirokazu Matsuno, mencionó en conferencia de prensa que procederían a realizar el estudio de acuerdo con las prioridades definidas por el primer ministro y en plena coordinación con los partidos gobernantes.
Asimismo, destacó que el presupuesto adicional servirá de base a las medidas económicas y se discutirá en noviembre, durante una sesión extraordinaria de la Dieta (Parlamento bicameral).
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