El Menfp manifestó en un comunicado divulgado este lunes, que escucha los diversos llamados de instituciones educativas y de diferentes sectores que piden un clima seguro para el año académico y se comprometió junto al Gobierno a facilitar la circulación de los estudiantes.
Varios centros docentes alertaron a los padres y alumnos que continuarán posponiendo la reanudación del curso hasta que la situación de seguridad mejorara en la nación caribeña.
Otras, por su parte, optaron por los cursos a distancia, aunque la mayoría de los estudiantes no tienen acceso.
Además de las protestas que sacuden al país desde finales de agosto, contra el alto costo de la vida, el desabastecimiento de los combustibles y el bloqueo que mantienen las pandillas a la principal terminal petrolera, afectan la reanudación de las actividades escolares.
Desde la semana pasada los hospitales comenzaron a reducir sus servicios y algunos amenazan con el cierre ante la escasez de los hidrocarburos que les permite operar.
También los bancos, potabilizadoras de agua, mercados e instituciones anunciaron nuevos horarios, mientras que la empresa Culligan, una de las más importantes que provee agua potable, informó que no es capaz de distribuir el líquido por la falta de productos petrolíferos.
Más del 86 por ciento de las necesidades energéticas de Haití se cubren con generadores, pues la red nacional solo ofrece servicios a un 30 por ciento de la población por periodos de cuatro o cinco horas diarias.
El curso ya se pospuso en la nación caribeña a finales de agosto, ante la persistente crisis económica y tras la solicitud de diversas asociaciones educativas.
Para esta semana, organizaciones políticas convocaron a protestas y señalaron que el año académico solo se reanudaría si el primer ministro, Ariel Henry, abandona el poder.
Los manifestantes culpan a Henry del deterioro de la situación actual y piden a la comunidad internacional retirar el apoyo al gobernante.
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