El jefe del departamento de Medio Ambiente en la sureña provincia de Cunene lamentó el deterioro de la reserva natural debido al establecimiento de plantaciones agrícolas, a orillas del río homónimo, así como de haciendas ganaderas y residencias en las localidades de Kingomgama, Muongo wakanhenga y Okauva, reportó la agencia Angop.
Debido a la irrupción humana, muchas especies tienden a desaparecer, en especial la jirafa camelopardalis angolensis, cuya protección fue la que dio origen a la creación del parque de Mupa en 1964, dijo el entrevistado en la ciudad de Ondjiva, a unos mil 200 kilómetros de Luanda.
Según explicó, allí no tienen avistamientos recientes de ejemplares de ese mamífero rumiante, aunque conservan su hábitat tradicional en la vecina Namibia.
La literatura especializada señala que la jirafa ahumada es una subespecie localizada en la frontera sur entre Angola y Zambia, así como en Botswana y en gran parte del norte y noreste namibios.
Al decir del ambientalista, elefantes, palancas rojas (antílopes), jaguares, avestruces, cebras, leopardos, hienas, buitres, jabalíes, monos y boas constrictoras también están en peligro.
La caza furtiva y la tala indiscriminada de árboles, acotó, colocan en riesgo la conservación y la preservación del hábitat natural de varias especies de la fauna.
Para revertir la situación, el gobierno provincial creó en 2020 una comisión a fin de realizar un levantamiento del potencial turístico y contrató otros seis inspectores, indicó el funcionario, quien destacó, además, la decisión de fortalecer la administración del parque.
De acuerdo con Angop, la demarcación es considerada una reserva internacional, pues sirve de corredor endémico para el movimiento de animales de Namibia, Angola, Zimbabwe y Botswana, al contar con pastos y recursos hídricos.
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