El ministro de Relaciones Exteriores apreció los avances, todavía incipientes, en las actividades de procesamiento, lo cual contribuirá a la exportación de surtidos de mayor valor frente al comercio histórico de materias primas.
Según recordó, la política exterior del Estado incluye entre sus prioridades la llamada diplomacia económica, a sabiendas de que la promoción de los renglones hechos en Angola depende, en primer lugar, del esfuerzo cotidiano de los productores.
En tal sentido, llamó la atención sobre la necesidad de respaldar a pequeños agricultores y familias campesinas a fin de asegurar mejores condiciones y medios de trabajo en el campo.
Sobre la rama cacaotera, dijo sentirse impresionado por la actual recuperación, lo cual ilustra las potencialidades del país, así como el fruto de inversiones agrícolas y en la esfera industrial.
António expuso sus consideraciones al visitar este miércoles la feria del cacao y la miel, abierta en el Palacio de Hierro, en Luanda, junto a un simposio sobre el tema.
El ministro recorrió la muestra en compañía del director de Cooperación Internacional de la cancillería, Carlos Sardinha, y otros altos funcionarios del organismo.
El evento, comentó, constituye una oportunidad para divulgar las ofertas nacionales y elevar conciencia sobre la necesidad de intercambiar experiencias en términos de producción, industrialización y comercialización de estos renglones a escala internacional.
Integrantes del cuerpo diplomático acreditado aquí, directivos de distintos ministerios, organismos internacionales, empresas y entidades de la banca comercial, asistieron al encuentro.
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