“En esta planta se está utilizando tecnología de cerca de cinco países y eso es muy importante, porque de esa manera tenemos un intercambio de tecnología y esa tecnología se va a quedar en nuestro país”, afirmó Alvarado respecto a la empresa que se edifica en el municipio cruceño de Puerto Suárez, en la frontera con Brasil.
Mencionó en declaraciones a la Agencia Boliviana de Información que esas naciones proveedoras de know-how de avanzada son Alemania, España, Francia, Italia y China.
Alvarado informó que el gigante siderúrgico estará integrado por siete plantas para los procesos denominados Concentración, Peletización, Reducción Directa, Aceración, Laminación, Central Eléctrica y Auxiliares.
Anticipó que la electroenergética aportará 108 megavatios (MW), para lo cual se instalan 10 motores de generación de procedencia alemana, además de otros fabricados en España.
Reiteró que otros equipos se construyen en Italia, Francia y China.
En referencia al cronograma de trabajo, anunció que entre febrero y marzo de 2023 deben arribar equipos y maquinarias de diferentes procedencias para las áreas de Laminación y Aceración, entre otras.
El Gobierno nacional impulsa esta obra como parte de su política de industrialización de sus recursos naturales con el objetivo de sustituir importaciones.
Tras el golpe de Estado de noviembre de 2019, el régimen de facto de Jeanine Áñez detuvo el proceso constructivo, pero luego de la restauración de la democracia con el triunfo electoral del presidente, Luis Arce, y el vicemandatario, David Choquehuanca, se reinició la edificación de este complejo siderúrgico.
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