Centenares de obreros, en representación de diferentes organizaciones sindicales, marcharon por el centro de esta ciudad para denunciar el incremento del desempleo y la informalidad, los cuales rozan el 20 y 60 por cientos, respectivamente.
‘Frente al embate del Gobierno y empresarios neoliberales y su política de flexibilización laboral, es imperante que el movimiento obrero redoble sus esfuerzos para generar organización y conciencia obrera, a fin de defender nuestras conquistas, que no han sido dádivas de ningún Gobierno o empresario’, expresó el dirigente sindical Genaro López.
Según el secretario general de la Confederación Nacional de Unidad Sindical Independiente, el 37 por ciento de los obreros panameños percibe el salario mínimo (615 dólares) y el 17 por ciento de los asalariados son pobres, mientras ‘la patronal sigue amasando cuantiosas ganancias como producto del proceso de sobreexplotación que parecen retrotraernos al siglo XIX’.
En el Día Internacional de los Trabajadores expresamos nuestra protesta contra las reformas al Código de Trabajo y la Caja del Seguro Social (CSS), al tiempo que exigimos mayor seguridad laboral, aumento general de salarios, pensiones y jubilaciones, además de respeto por el pleno derecho a la sindicalización, acotó.
Pese a las restricciones de movilidad impuestas por la pandemia, enfrentamos en las calles la ofensiva antiobrera del Gobierno y los empresarios, quienes suspendieron contratos y salarios de 284 mil trabajadores, aseveró López.
De acuerdo con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, hasta finales de abril más de 157 mil obreros mantenían sus contratos suspendidos, lo cual representa casi la mitad de las personas que fueron enviadas temporalmente a sus casas debido a la Covid-19.
Recientemente la titular del ramo, Doris Zapata, aseguró que uno de los retos es contener la precarización laboral, por ello confió en que el diálogo por la CSS genere propuestas para garantizar que los informales tengan acceso a la seguridad social.
Por su parte, el secretario general del Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Construcción, Saúl Méndez, reclamó honor y gloria a la sangre generosa de los mártires de Chicago, los cuales nos enseñaron la unidad, organización y lucha.
Así se conquistaron las ocho horas de trabajo y ahora nos toca enfrentar la reforma del seguro, las laborales y el robo de la plata del Estado por quienes gobiernan y de los empresarios corruptos, dijo.
Y subrayó: ‘Este pueblo tiene que enfrentar su realidad y tomar cartas en el asunto para construir una sociedad mejor para todos’.
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