El Tribunal Superior Electoral (TSE) indica en su página oficial que ese periodo continuará hasta la víspera del día de la votación (28 de octubre).
Precisa que, en la segunda ronda, prevista para celebrarse oficialmente el 30 de octubre, el tiempo de difusión se divide igualmente entre los candidatos.
Conforme prevé una resolución, la propaganda para presidente de la República será transmitida en televisión de lunes a sábado de 13:00 a 13:10 y de 20:30 a 20:40, hora local (10 minutos de inserción diaria).
En la radio, la divulgación para jefe del Ejecutivo se emite de 7:00 a 7:10 y de 12:00 a 12:10, hora local.
De acuerdo con el artículo 62, el aspirante al poder que obtuvo mayor votación en el primer ruedo será el primero en presentarse, siguiendo la alternancia de la orden a cada programa o inserción.
En los 12 estados en que la disputa para gobernador será definida en segundo turno, los respectivos planes de los medios de comunicación deberán ser aprobados por los tribunales regionales de votación (tres).
La Justicia Electoral registró cuatro mil 872 denuncias de propaganda irregular, enviadas por medio de la aplicación Pardal, tras el cierre el 2 de octubre del sufragio de la primera vuelta.
Un boletín del TSE señaló que, en total desde el 16 de agosto, fecha en que comenzó la campaña electoral, se registraron a través de la aplicación 37 mil 26 denuncias.
Tal cifra marca un aumento significativo en comparación con la anterior registrada el 1 de octubre, cuando se hicieron dos mil 69 imputaciones.
La mayoría de las denuncias de propaganda electiva irregular se refiere a las campañas para diputado federal, con 12 mil 642 casos, seguidos de cerca por los solicitantes a parlamentario estadual, con 12 mil 439.
Solo en el Distrito Federal, donde se eligen diputados de jurisdicción, se registraron mil 248 cargos.
Las acciones proselitistas para presidente fueron responsables de tres mil 358 denuncias en todo el país, mientras que los gobernadores y senadores causaron, respectivamente, dos mil 768 y 799.
En la primera ronda de la consulta, Lula, pretendiente del Partido de los Trabajadores, alcanzó un 48,43 por ciento de la preferencia del electorado (57 millones 258 mil 115 votos).
Resultó seguido en urnas por Bolsonaro, quien ambiciona reelegirse por el Partido Liberal y recibió 43,20 por ciento (51 millones 72 mil 345).
Ninguno de los candidatos logró la mayoría absoluta de votos, es decir, más de la mitad de válidos (excluidos blancos y nulos), como establece la legislación brasileña para ser electo.
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