En la 52 asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA), Mamani señaló que en esta entidad es más grave la crisis mundial, estructural y sistemática y cuestionó directamente a su secretario general, Luis Almagro.
Añadió que la crisis internacional se debe a la pretensión de grandes potencias de persistir en la unipolaridad, sin resignarse al dar paso a la multipolaridad, única garantía de equidad entre los estados, independientemente de su poder económico y militar.
Señaló que la situación es peor en la región, donde la OEA se debilita cada vez más por optar por intereses parciales, mezquinos y sectarios, por lo cual tres países ya no son miembros.
Los retiros, indicó el representante boliviano, se deben a que la OEA “socava los principios elementales de la igualdad entre los estados, empleando un doble rasero afín a intereses del capitalismo y el imperialismo”.
“Sin duda es la peor época de la OEA, en la que ha perdido hasta las formas, pues el secretario general actúa sometiendo a los estados y no está al servicio de ellos”, manifestó.
Demandó a Almagro «poner fin a la hipocresía, a la selectividad, la politización y los dobles raseros que son prácticas nocivas para el derecho internacional».
Por otra parte, Mamani consideró fundamental el entendimiento por la gobernabilidad y la democracia, tan incorrectamente usado por la OEA para evaluar y descalificar a los gobiernos, para lo cual usa misiones de observación para mellar la soberanía de los estados.
Citó el caso de la auditoría electoral de la OEA, tras los comicios bolivianos de 2019, que fue usada para provocar un quiebre constitucional, en referencia al golpe de estado que llevó a la presidencia a la senadora derechista Jeanine Áñez y a graves violaciones de derechos humanos, sobre lo cual su país pide una investigación internacional.
El viceministro se refirió también al encierro geográfico de su país, que atenta contra su desarrollo y su comercio, según dijo, al recordar que Bolivia nació con costas, referencia a la conquista de estas por Chile en el siglo XIX.
«Esperamos que más temprano que tarde las injusticias sean reparadas y el diálogo y la diplomacia puedan triunfar para reparar el daño causado por una guerra impulsada por intereses capitalistas y construir así un mejor futuro entre nuestros pueblos hermanos», añadió.
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