Dicho medio de transporte, que normalmente funciona durante toda la noche, comenzó a cerrar entre las 02:00 y las 04:00, hora local, durante la pandemia, para permitir su desinfección y limpieza.
‘La ciudad que nunca duerme está despertando de la Covid-19, y también el metro’, dijo a la agencia Associated Press Schumer, quien representa al estado de Nueva York en el Senado federal.
El alcalde Bill de Blasio (D) anunció la semana pasada que la urbe neoyorquina debería ‘reabrir completamente’, incluyendo el servicio del metro, antes del 1 de julio, pero la Autoridad de Transporte Metropolitano está controlada por funcionarios estatales.
Por tal motivo sería necesaria una orden del gobernador del estado, el también demócrata Andrew Cuomo, para levantar las restricciones de salud relacionadas con la transportación pública.
Los funcionarios estatales estiman que aproximadamente la mitad de todos los adultos que viven en Nueva York ya recibieron al menos una dosis de vacuna contra el SARS-CoV-2, causante de la Covid-19, y los casos de hospitalizaciones y muertes por la enfermedad disminuyeron en las últimas semanas.
La declaración de De Blasio tuvo lugar un día después de que el gobernador Cuomo informó sobre la reactivación paulatina de la vida nocturna de la ciudad y que dejará sin efecto en mayo el toque de queda instaurado para instalaciones gastronómicas.
Esta disposición entrará en vigor el 17 de mayo para los comedores al aire libre y el 31 de mayo para los interiores, además de que permite que los asientos en los bares de todo el estado reabran por primera vez el 3 de mayo.
Actualmente en Nueva York el número de muertos por esta enfermedad rebasa los 52 mil 526, mientras el total de contagios desde el comienzo de la pandemia es superior a los dos millones 95 mil 590, según el portal digital Worldometers.
Cuomo estuvo involucrado en escándalos relacionados con su manejo de esta grave crisis sanitaria en los últimos meses, por supuestamente tergiversar el número de decesos por este padecimiento en hogares de ancianos en Nueva York, que fue uno de los estados más afectados desde el comienzo de la pandemia en el país.
También hubo acusaciones de que él y su familia disfrutaron de acceso especial a pruebas de diagnóstico, entre otros asuntos que pusieron en duda la integridad de este político demócrata.
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