La página oficial del Partido de los Trabajadores (PT) indica que su abanderado presidencial visitará durante dos días el municipio de Belford Roxo, en la Baixada Fluminense, y la comunidad del Complexo do Alemão, en la Zona Norte de la urbe carioca.
Detalla que el exdirigente obrero tendrá esos contactos tras arrastrar multitudes en caminatas y mítines realizados en las regiones Sao Bernardo do Campo, Guarulhos, Campinas, todas en Sao Paulo, y en Belo Horizonte, capital del estado de Minas Gerais (sudeste).
Para el PT, la elección se gana en la calle y resulta necesario ocupar plazas y avenidas para garantizar la victoria en las urnas.
Según la organización política, Lula llegará este martes al municipio de Belford Roxo, en la Baixada Fluminense, para participar en un acto al lado del alcalde Waguinho, timonel del partido Unión Brasil, en Río.
Mañana estará en la capital del estado para una caminata por el Complexo do Alemão, en la Zona Norte, y un poco antes intercambiar opiniones con periodistas.
Durante una entrevista concedida la víspera a Super Radio Tupi, el extornero mecánico precisó que el objetivo de las visitas es hablar con la gente de Río y mostrar que está dispuesto a ayudar al estado, tan importante para Brasil, y así como reanudar su desarrollo.
«Sabes lo que pasó en Río de Janeiro cuando yo era presidente (2003-2010): descubrimos el presal (yacimientos de petróleo en aguas profundas), recuperamos la industria de petróleo y gas, recuperamos la industria naval, hicimos la mayor inversión de obras públicas que jamás haya ocurrido. Y vamos a volver a hacer crecer a Río de Janeiro», pronosticó.
De acuerdo con Lula, en lugar de aparecer más en las páginas policiales, el estado extraordinario que es Río debería figurar más en las páginas económicas, de desarrollo y aquellas que tratan de educación.
El exsindicalista insistió en que, si vence en las urnas, hablará con la autoridad carioca, independientemente de la organización política a la que pertenece, pues «cuando un presidente de la República va a conversar con un gobernador él no mira al partido del gobernador, él mira al pueblo del estado», apuntó.
La Justicia Electoral confirmó que el líder petista ganó la primera vuelta del 2 de octubre, con un 48,43 por ciento de los votos, frente al mandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro, quien ambiciona reelegirse por el Partido Liberal y alcanzó un 43,20.
Ninguno de los aspirantes al poder logró en ese primer turno la mayoría absoluta de votos, es decir, más de la mitad de válidos (excluidos blancos y nulos), como establece el código brasileño para ser electo.
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