«Ustedes recuerdan que Río de Janeiro generaba empleo, recuperó los astilleros, tuvo más universidades, escuelas técnicas. Volvamos Mi Casa Mi Vida a la gente más humilde. Invertir en la industria naval para la generación de empleos para el pueblo de Río de Janeiro», afirmó en ese estado el abanderado presidencial del Partido de los Trabajadores (PT).
Lula pasará esta semana de campaña en territorio carioca y en cuatro sitios del Nordeste en que habrá disputa de segundo turno con la participación de pretendientes apoyados por el PT.
Son ellos Bahía, Sergipe, Alagoas y Pernambuco. La idea de los responsables de la campaña del exdirigente obrero es ganar terreno en Río y ampliar la ventaja sobre el mandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro, su adversario en las urnas, en los estados del Nordeste.
«Vamos a volver a hacer programas de inclusión social, hacer puntos de cultura en Río de Janeiro. Y vamos a volver a hacer las ciudades amigas, porque no sirve de nada que el país esté bien y las ciudades estén mal», afirmó el líder petista.
Recalcó una vez más querer «volver a ser presidente para demostrar que un tornero mecánico puede hacer lo mejor para el país. Necesitamos conocer el alma de las personas. Saber que una mujer quiere tener una casa para su familia, trabajar y recibir tan bien como los hombres por el mismo trabajo».
El exsindicalista aseguró que «Bolsonaro no conoce Brasil, no conoce el noreste ni el alma de sus habitantes. Él no tiene la menor noción de la fuerza de la cultura en el nordeste, por eso quien tenga una gota de sangre de esa región, no puede votar por ese ciudadano».
Lula recordó que dio discursos en más de 190 países, para millones de personas. «Pero hoy estoy emocionado porque estoy en la Baixada Fluminense (región de Río), porque fui invitado por un alcalde y por una diputada que no conocía mucho y enfrentaron presiones porque iban a recibirme».
El Tribunal Superior Electoral confirmó que el expresidente ganó la primera vuelta del 2 de octubre, con un 48,43 por ciento de los votos, frente a Bolsonaro, quien ambiciona reelegirse por el Partido Liberal y alcanzó un 43,20.
Ninguno de los aspirantes al poder logró en esa primera ronda de consulta la mayoría absoluta de votos, es decir, más de la mitad de válidos (excluidos blancos y nulos), como establece el código brasileño para ser electo.
rgh/ocs