La doctora Jenny Édouard Pierre-Lys y su hijo Noha Sacha Pierre-Lys fueron raptados de su domicilio el sábado pasado, y la institución decidió dejar de prestar servicios en todas sus instalaciones ‘hasta su liberación’.
Las entidades afectadas son el hospital St-Damien, en la comuna de Tabarre, que solo atenderá casos de extrema emergencia; el centro Sainte-Germaine para discapacitados, así como las escuelas Watson Angels of Light y Helène, en Kenskoff.
Hace unos meses la organización también cerró sus puertas luego del plagio de otro empleado, y en esa ocasión destacó la importancia de sus centros para la población más vulnerable.
Casos como este se repitieron en los últimos meses, y obligaron a más de cinco hospitales a ralentizar o suspender sus servicios.
El sábado pasado el presidente Jovenel Moïse criticó la naturaleza política de los secuestros y advirtió con poner tras las rejas a sus autores.
‘Cuando sean detenidos, no hablaremos de persecución política’, dijo el jefe de Estado al margen de la inauguración de la represa de Marion, y añadió que el 80 por ciento de estos raptos son de naturaleza política.
Declaraciones similares hizo el primer ministro interino Claude Joseph, para quien las prácticas están relacionadas con el proceso electoral y las elecciones generales impulsadas por el Gobierno.
El Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos reveló recientemente que en el primer trimestre de año al menos 157 personas fueron secuestradas, entre ellas menores de edad que sufrieron abuso sexual. La cifra duplicó las registradas en igual periodo de 2020, indicó el organismo.
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