Acorde con el secretario general del Minsa, José Baruco, en las conversaciones se abordó la experiencia en la entrega y distribución de fármacos en el vecino país y la posibilidad de establecer plantas en suelo panameño. Baruco indicó que los visitantes manifestaron su interés no sólo en vender medicamentos, sino que también estarían dispuestos a instalar su fábrica de producción en Panamá.
“Es una excelente noticia, el interés que han mostrado, le estaremos dando seguimiento y buscando algunas alternativas dentro de nuestras zonas francas, dándole beneficios económicos”, indicó el funcionario.
En recientes manifestaciones y durante una mesa única de diálogo instalada en la central provincia de Coclé, diversas organizaciones populares de Panamá han denunciado la existencia de mafias farmacéuticas que lucran con los precios de las medicinas sin el control del Gobierno.
A propósito de un decreto que desde agosto establece la rebaja del 30 por ciento del precio de 170 fármacos, uno de los dirigentes de esos colectivos, Jorge Guzmán, precisó que la norma salió de una mesa técnica del Ejecutivo que se niega a afectar los intereses de los oligopolios del sector.
Los altos precios de las medicinas, aseveró Guzmán a Prensa Latina, los imponen las grandes empresas importadoras y distribuidoras de esos rubros, mientras, sin medir las consecuencias, el Gobierno aplica la medida y afecta a las pequeñas farmacias, 450 de las cuales cerraron temporalmente debido a la eminente quiebra.
El tema de los medicamentos en esa conversaciones quedó aplazado en varias ocasiones por diferencias entre el Ejecutivo y los colectivos populares.
Panamá tiene 610 medicamentos básicos, y hay un desabastecimiento de 130 de ellos en la seguridad social desde el pasado mes de marzo, además de ser uno de los países de la región con el precio más caro de las medicinas.
La Caja de Seguro Social ha reconocido que el de los medicamentos es un problema de arrastre y que el 80 por ciento de los asegurados se quejan de la falta de fármacos.
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