De acuerdo con el organismo, la diferencia negativa entre las compras y las ventas del país asiático desde abril hasta septiembre responde principalmente al encarecimiento de los recursos energéticos en el mercado global y el aumento de los costos de importación.
Influyó además la rápida depreciación del yen, el cual cayó hoy por encima de los 150 niveles frente al dólar, mayor diferencia de los últimos 32 años.
En medio del desfavorable contexto, las adquisiciones de procedencia foránea crecieron un 44,5 por ciento respecto al mismo periodo de 2021, sobre todo de petróleo crudo, gas natural y carbón.
Respecto a algunos de sus socios comerciales más importantes, las importaciones desde China y Estados Unidos aumentaron 25,1 y 32,1 por ciento respectivamente.
Por otro lado, subieron las exportaciones un 19,6 por ciento, precisó el informe oficial.
A propósito, sobresalió el incremento de los envíos de automóviles hacia el mencionado país norteamericano, acero para Asia, así como semiconductores y piezas electrónicas en general.
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