Arquitecto de la asonada castrense que el pasado 30 de septiembre expulsó del poder al teniente coronel Paul Henry Sandaogo Damiba sin derramamiento de sangre, Traore prometió en su discurso inaugural defender al país de su amenaza existencial, la inseguridad y el hambre y la violencia que esta genera.
Las promesa son similares a las hechas por su antecesor cuando defenestró al presidente electo Roch Marc Christian Kabore, acusado por la población, los partidos políticos y las organizaciones sociales de inacción contra los grupos islamistas instalados en el país.
Desde 2015 movimientos armados leaales a la red Al Qaeda y Estado Islámico asolan zonas de este pañis sin costas del oeste africano en el moran 20 millones de habitantes, según el censo más reciente.
Algo nuevo en la alocución del flamante mandatario es la caracterización que hizo de los grupos islamistas a los que calificó de “un ejército” en toda la extensión de la palabra lo que indica que está decidido a poner en tensión todas las posibilidades de las fuerzas armadas burquinesas de las cuales es comandante en jefe.
“Tenemos enfrente a un Ejército’ Podemos ganar esta batalla. Podemos ganar esta guerra. El enemigo no está por encima de nosotros. Patria o muerte, venceremos’ aseguró según la versión de su discurso circulada por el sitio digital Infowakat.
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