Según Minh Cuong, este ascenso se basa en diversos factores, incluidos la estabilidad macroeconómica y política, así como el control eficiente de la pandemia de Covid-19, entre otros.
El experto de BAD también se refirió a los impactos de factores externos y riesgos para la economía, incluidos la tendencia creciente de la inflación global, en especial en los países desarrollados, el aumento de tipo de cambio, el endurecimiento de la política monetaria por parte de las economías desarrolladas y otros.
A partir de agosto, la devaluación de la moneda Dong vietnamita frente al dólar estadounidense resultó relativamente bajo y permitió a Vietnam estabilizar la macroeconomía, pero creó una presión mayor sobre las reservas de divisas.
Por otro lado, la confianza de los inversores nacionales y extranjeros y los pobladores en la fuerte recuperación permitió el apoyo para el desarrollo de la economía.
De esa manera, el especialista recomendó al país indochino ser flexible y continuar reajustando la banda del tipo de cambio y elevar las tasas de interés a un nivel apropiado, además de prestar atención a a la política fiscal y el desembolso de la inversión pública para promover el crecimiento.
Informó, además, que su banco mantuvo el pronóstico del crecimiento económico de Vietnam que alcanzará 6,5 por ciento este año y 6,7 por ciento en el 2023, al considerar los riesgos e impactos de la recesión económica en regiones en el mundo a las exportaciones del país indochino.
mv/lvp