«No hay la menor duda. Quien tenga más votos se lo lleva. Eso es lo que es democracia», declaró el abanderado del Partido Liberal en una entrevista con el periódico Globo luego de la última confrontación antes del referendo con Lula, postulante del Partido de los Trabajadores, que terminó en horas de la madrugada de este sábado.
Anteriormente, el exmilitar respondió el miércoles pasado que «la gente espera que haya serenidad por parte de las autoridades de Brasilia. Porque las elecciones se deciden por medio del voto, y quien tenga más votos dentro de la urna debe asumir el cargo en la fecha adecuada», refirió.
En la ocasión se le preguntó al jefe del Ejecutivo sobre el respeto al resultado porque en los últimos años puso en duda el proceso electivo nacional.
Por ejemplo, en julio, en el Palacio de la Alvorada (residencia oficial en Brasilia), ante unos 40 diplomáticos extranjeros, el excapitán del Ejercito repitió sospechas sin fundamento y ya desmentidas sobre las urnas electrónicas y el sistema de votación.
Basó su arenga en una investigación abierta por la Policía Federal en 2018, con la autorización del Supremo Tribunal Federal, sobre la invasión de un hacker al Tribunal Superior Electoral (TSE).
Sin embargo, esta corte informó en reiteradas ocasiones que este acceso fue bloqueado y no interfiere en ningún resultado.
También el líder petista manifestó al diario que resultó adecuado anoche el formato del debate en TV Globo, a pesar de la falta de discusión sobre propuestas.
«Las elecciones no son para mí, ni para mi adversario, es para garantizar el régimen democrático en este país y la mejora de la calidad de vida de las personas», reflexionó Lula.
Insistió en que «Brasil necesita más educación, más empleo, salario, comida, alegría, menos armas, más libros, cultura».
La campaña para el balotaje de mañana termina este sábado en las calles. El extornero mecánico encabezará la llamada Caminata de la Victoria por la Avenida Paulista, en Sao Paulo, mientras el exparacaidista liderará una caravana de motociclistas en Belo Horizonte, capital de Minas Gerais (sudeste).
El TSE confirmó que Lula ganó la primera vuelta de sufragio del 2 de octubre con 48,43 por ciento de los votos válidos y Bolsonaro tuvo 43,20.
Ninguno logró en ese primer pleito, en el que se presentaron 11 candidatos presidenciales, la mayoría absoluta de votos, es decir, más de la mitad de válidos (excluidos blancos y nulos), como establece la legislación nacional para ser electo.
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