De acuerdo con el reporte, la mayor parte de los casos ocurrieron en el norte del país, en las regiones de Arica-Parinacota, Tarapacá, Antofagasta y Atacama. En este último lugar, los crímenes tuvieron un alza de 112 puntos porcentuales.
Alexis Rogat, fiscal regional de Atacama, declaró al matutino La Tercera que las principales causas del elevado número de muertes son el consumo de alcohol y drogas, riñas y rencillas.
El funcionario se refirió con preocupación al creciente uso de armas de fuego en estos hechos, incluidas las de fabricación artesanal.
La situación también es compleja en la sureña región del Biobío, donde murieron de forma violenta 87 personas, el 74 por ciento más que el año anterior.
El jefe de la Brigada de Homicidios de la PDI en la zona sur, Jorge Abatte, atribuyó este incremento a la proliferación del crimen organizado, en particular a las disputas por el control de territorios entre las bandas dedicadas al trasiego y venta de estupefacientes.
Abatte descartó que la migración sea un factor determinante en este fenómeno y de hecho, dijo, la cantidad de víctimas de otras nacionalidades también se incrementó.
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