«El pueblo está en vilo porque será una decisión difícil, pero (expresidente Luiz Inácio) Lula (da Silva) retornará a la presidencia. No podemos aguantar más crisis del actual gobierno», declaró a Prensa Latina el activista Ricardo Quiroga, miembro del Partido de los Trabajadores (PT).
Precisó que, no solo votó por el exgobernante, sino también por los postulantes de la coalición Brasil de la Esperanza, inédita alianza de 10 partidos que apoya al líder petista.
«El voto por Lula es el voto por la esperanza, para derrocar el fascismo que tomó cuenta de Brasil en los últimos cuatro años. Queremos un país más justo, más solidario y unidos a nuestros hermanos de América Latina», remarcó.
La jornada electoral transcurrió en calma y pacífica en todo el país, pese a inquietudes por obstaculizaciones de la Policía Federal de Carreteras (PRF) que cerró vías e impidió el acceso de personas a colegios electorales, principalmente en el nordeste.
Ante los hechos, el presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Alexandre de Moraes, alegó que las operaciones de PRF no impidieron que se votara «en ningún caso».
Medios periodísticos aseguran que a lo largo del día, la PRF incumplió la orden judicial y realizó al menos 560 operaciones en las carreteras de todo el país para supervisar el transporte gratuito de los votantes.
«Las operaciones realizadas, y fueron innumerables operaciones realizadas, fueron, según el director de la PRF (…), realizadas con base en el Código de Tránsito Brasileño», insistió el timonel de la Justicia Electoral.
Pudo haber anomalías por desperfecto en algún ómnibus. «Esto, en algunos casos, retrasó la llegada de los votantes a la sección electoral. Pero en ningún caso impidió que los votantes llegaran a sus secciones electorales», apuntó.
De Moraes atendió de esta manera una demanda del diputado Paulo Teixera, del PT, quien acusa al Gobierno y al Ministerio de Justicia de usar el cuerpo policial para beneficiar la candidatura del mandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro, en detrimento de la de Lula.
No obstante, tales argumentos, el PT pidió la detención del director general de la PRF, Silvinei Vasques.
«Pedimos el arresto del director general de la PRF y los superintendentes regionales que no están cumpliendo con la decisión del TSE», principalmente en el nordeste, demandó en la red social Twitter la congresista Gleisi Hoffmann, timonel de la organización política.
Insistió en pedir a «los parlamentarios de nuestra coalición (Brasil de la Esperanza) que se dirijan a los locales de las operaciones en sus estados y den orden de arresto a los policías, inclusive PMs (militares) como en RJ (Río de Janeiro)».
Más de 156 millones de votantes retornaron a las urnas este domingo en 472 mil 75 colegios electorales del gigante suramericano para elegir a su presidente entre los candidatos Lula y Bolsonaro.
El TSE confirmó que el extornero mecánico, aspirante al poder por el PT, ganó la primera vuelta de sufragio del 2 de octubre con 48,43 por ciento de los votos válidos.
Mientras que Bolsonaro, quien ambiciona reelegirse por el Partido Liberal, tuvo 43,20 por ciento.
Como ninguno de los políticos logró en ese primer pleito la mayoría absoluta de votos, es decir, más de la mitad de válidos (excluidos blancos y nulos), como establece la legislación nacional para ser electo, disputaron el balotaje de este domingo.
Para esta segunda porfía, los dos candidatos tuvieron la misión de conquistar en sus campañas a los indecisos y de combatir la abstención con el incentivo de participar en la consulta que definirá el futuro de Brasil.
Hasta la elaboración de esta nota y con el 26,88 por ciento de las mesas escrutadas, Bolsonaro lidera el conteo con el 51,17 por ciento de los votos y Lula registra 48,83.
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