El mandatario egipcio, Abdel Fatah al-Sissi, cursó la invitación a Lula para el evento en la ciudad turística Sharm El Sheikh, ubicada en la costa del mar Rojo, donde se espera la asistencia de más de 90 jefes de Estado.
Antes del plebiscito, la exministra Marina Silva, aliada del exdirigente obrero, comunicó que el equipo de Lula pretende llevar a la COP27 una propuesta de revisar las metas nacionales de emisión de gases de efecto invernadero, incluso con la intención de hacer más ambicioso el reto brasileño.
También la expectativa es que el exsindicalista pueda señalar antes que comience la conferencia en Egipto el nombre responsable de comandar el Ministerio de Medio Ambiente en su gobierno.
Lula recibirá el 1 de enero de 2023 la banda presidencial en el Palacio del Planalto (sede del Poder Ejecutivo en Brasilia).
En la primera ronda de sufragio del 2 de octubre, el aspirante al poder por el Partido de los Trabajadores ganó con 48,43 por ciento de los votos válidos, mientras que el gobernante de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro, quien codiciaba reelegirse por el Partido Liberal, tuvo 43,20 por ciento.
Como ninguno de los políticos logró en ese pleito la mayoría absoluta de votos, es decir, más de la mitad de válidos (excluidos blancos y nulos), como establece la legislación para ser electo, disputaron el balotaje.
De manera muy cerrada, el hijo de la clase obrera volvió a triunfar en el segundo turno del 30 de octubre con un 50,90 por ciento frente al 49,10 del exmilitar.
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