Este dato apunta a que la mayor economía europea camina hacia la recesión. Los nuevos pedidos declinaron 4,0 por ciento mensual sobre una base ajustada estacionalmente y corregida del efecto calendario.
Una encuesta previa entre analistas apuntó a una caída del 0,5 por ciento en septiembre.
Alemania evitó la amenaza de recesión en el tercer trimestre con un crecimiento inesperado, pero la economía siguió en aguas turbulentas debido a la elevada inflación provocada por la situación energética europea.
Los datos de los pedidos subrayaron los vientos en contra a los que se enfrenta el país germano, ya que la debilidad de la economía mundial, la escasez de materiales y la crisis energética dificultan la producción.
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