El Parlamento opositor aprobó la semana pasada la norma que dispone enseñar a niños y adolescentes, desde un solo punto de vista, el que carga todas las culpas de la llamada guerra interna (1980-2000) a los grupos armados Sendero Luminoso (SL) y Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).
Los fundamentos de la ley señalan que los alumnos deben conocer las acciones de esas formaciones armadas y no menciona las cometidas por las Fuerzas Armadas, acreditadas por la Comisión de la Verdad y la Reconciliación que investigó el período de violencia.
Agregan entre los objetivos de la enseñanza el de evitar que los escolares “puedan ser captados por estos grupos radicales de ideología marxista-leninista maoísta que actualmente se insertan en nuestra democracia”, lo cual alude a partidos de izquierda legales y ajenos a las acciones armadas.
La afirmación tiene como contexto el llamado terruqueo de la derecha extrema, que llaman “terroristas” o “pro-terroristas” a partidos ubicados desde el centro hacia la izquierda, con el fin de descalificarlos y criminalizarlos.
La nueva ley fue criticada por José Ragas, historiador y autor del libro sobre el Gobierno del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), encarcelado como autor intelectual de dos matanzas cometidas por un grupo militar de exterminio de sospechosos de terrorismo, y que tiene otro proceso similar pendiente.
La polémica norma, según declaró el académico al diario La República, “Busca imponer un discurso que favorezca al fujimorismo y a la extrema derecha, al responsabilizar solo a SL y al MRTA como únicos actores del periodo de la violencia”.
Sofía Macher, quien integró la Comisión de la Verdad busca la impunidad del bando militar, inculcando una mirada incompleta y una versión sesgada del conflicto interno, con fines de impunidad.
La ley fue aprobada pese a que el Ministerio de Educación advirtió que es inviable e innecesaria porque el tema del conflicto interno es abordado en el currículo escolar y en el programa de educación secundaria, asi como en los textos escolares.
En esos libros, explicó el Ministerio, se incluye al mismo tiempo la promoción de la democracia y la identidad nacional, en las áreas de Desarrollo Personal Ciudadanía y Cívica y Ciencias Sociales.
El Consejo Nacional de Educación cuestionó también el proyecto de ley por imponer una mirada parcial y recordó que la Comisión de la Verdad “define como conflicto armado interno a la época denominada en la iniciativa como época de terrorismo”.
El Colegio de Profesores compartió ese argumento y señaló que el Congreso de la República no puede usurpar las funciones del Ministerio de Educación, ente rector al que corresponde aprobar el currículo escolar.
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