La caída del flujo de capital hacia el país asiático entre abril y septiembre fue de más de 6,86 billones de yenes (47,1 mil millones de dólares) respecto al mismo lapso de 2021, presionada por un déficit comercial simultáneo superior a los 9,23 billones de yenes (63,3 mil millones de dólares).
En tal sentido, el incremento de las importaciones niponas (47,1 por ciento), sobre todo de recursos energéticos, influyó significativamente en la reducción del superávit, así como la depreciación de la moneda nacional, precisó el organismo.
Por otro lado, las exportaciones aumentaron un 21,3 por ciento con énfasis en los envíos de automóviles y acero, pero no superaron el volumen y costo de las adquisiciones de productos foráneos.
Aunque sin números rojos todavía, las cifras confirman la tendencia interanual a la baja en el ahorro neto de la tercera economía del mundo.
El superávit en cuenta corriente de un país muestra el saldo positivo de las transacciones de bienes, servicios e inversiones con el extranjero.
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