En un comunicado del gremio se precisa que algunos colaboradores laboran hasta 12 horas diarias y se reduce el tiempo de descanso, situación que podría afectar la seguridad de las operaciones en la ruta fluvial.
De acuerdo con el representante de la Unión de Capitanes y Oficiales de Cubierta del Canal, Iván De La Guardia, con 20 años de servicio, es visible la falta de mantenimiento y las condiciones de trabajo.
También privan a los trabajadores de las garantías compensatorias, que son las únicas herramientas que tienen ante la imposibilidad de ejercer el derecho universal a huelga, agregó.
Los canaleros, que integran la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF) señalaron que llevarán este asunto ante instancias como la Organización Marítima Internacional y la Organización Internacional del Trabajo.
De otra parte rechazaron la lentitud en el proceso de licitación para compra de entre 10 y 15 nuevos remolcadores, según el informe.
Asimismo estimaron que la Administración de Canal de Panamá (ACP) no respeta el régimen laboral especial, los fallos de la Corte Suprema de Justicia, las premisas del diálogo social ni las negociaciones de las Convenciones Colectivas.
Sostuvieron que la ACP tiene una postura prepotente y despótica, que actúa como una entidad por fuera del alcance de la ley y del sistema judicial.
Al respecto, Luis Yau, de la Unión de Ingenieros Marinos, manifestó al diario Bayano Digital que parece que el administrador Ricaurte Vásquez, hubiese apretado el “botoncito de autodestrucción“ en la vía interoceánica, transferida por Estados Unidos a Panamá en 1999, en cumplimiento de los Tratados Torrijos-Carter, suscritos el 7 de septiembre de 1977.
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