Así lo demostró un equipo de científicos de la Universidad danesa de Copenhague tras analizar un meteorito que tiene miles de millones de años, procedente del planeta rojo, que permitió a los investigadores observar la historia pasada de Marte.
“En ese momento, Marte fue bombardeado con asteroides llenos de hielo. Sucedió en los primeros 100 millones de años de la evolución del planeta. Otro ángulo interesante es que los asteroides también transportaron moléculas orgánicas que son biológicamente importantes para la vida”, dijo el profesor Martin Bizzarro del Centro para la Formación de Estrellas y Planetas.
Añadió que además de agua, los asteroides helados también trajeron al planeta rojo moléculas biológicamente relevantes, como los aminoácidos que se utilizan cuando el ADN y el ARN forman bases que contienen todo lo que necesita una célula.
Según Bizarro, el nuevo estudio indica que los océanos que cubrían todo el planeta en agua tenían al menos 300 metros de profundidad, y es posible que tuvieran hasta un kilómetro.
En comparación, en realidad hay muy poca agua en la Tierra, acotó el investigador.
“Esto sucedió dentro de los primeros 100 millones de años de Marte. Después de este período, sucedió algo catastrófico para la vida potencial en la Tierra”, mencionó.
“Se cree que hubo una gigantesca colisión entre la Tierra y otro planeta del tamaño de Marte. Fue una colisión energética que formó el sistema Tierra-Luna y, al mismo tiempo, acabó con toda vida potencial en la Tierra”, explicó Bizzarro.
Por lo tanto, los investigadores tienen pruebas realmente sólidas de que las condiciones que permitieron el surgimiento de la vida estaban presentes en Marte mucho antes que en la Tierra.
El meteorito analizado fue una vez parte de la corteza original de Marte y ofrece una visión única de lo que sucedió en el momento en que se formó el sistema solar.
Todo el secreto se esconde en la forma en que se creó la superficie de Marte, y de la cual el meteorito una vez fue parte, porque es una superficie que no se mueve.
En la Tierra es opuesto, pues las placas tectónicas están en perpetuo movimiento y se reciclan en el interior del planeta.
“La tectónica de placas en la Tierra borró toda evidencia de lo que sucedió en los primeros 500 millones de años de la historia de nuestro planeta. Las placas se mueven constantemente y se reciclan y destruyen en el interior de nuestro planeta. Por el contrario, Marte no tiene placas tectónicas, por lo que la superficie del planeta conserva un registro de la historia más temprana del planeta”, explicó el experto.
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