Si bien la gran mayoría de los candidatos que no aceptaron el desenlace de los sufragios de 2020 y perdieron sus carreras de este año terminaron por reconocer la victoria de su oponente, esto no es necesariamente una señal de que los políticos estadounidenses estén listos para dejar atrás las teorías de conspiración de fraude electoral.
Acorde con un análisis del sitio Fivethirtyeigth, varios factores contribuirán a que el peligro de cuestionar los resultados se mantenga.
Entre ellos mencionó la candidatura para la carrera presidencial con vistas a 2024 del exmandatario Donald Trump (2017-2021), quien presumiblemente insistirá en sus antiguas afirmaciones de fraude.
Además, apuntó la fuente, los datos de los últimos dos años muestran cómo la confianza en el proceso electoral se mantiene constantemente baja entre los republicanos, en señal de que algunos de los partidarios del magnate seguirán abiertos a respaldar las acusaciones infundadas.
Casi todos los demócratas, abundó, confían en los procesos electorales (85 por ciento), pero menos de la mitad de los conservadores (40 por ciento) están de acuerdo.
Según remarcó, la brecha creció desde 2020, cuando el 76 por ciento de los liberales y el 44 por ciento de los republicanos tenían fe en los números exactos de las boletas.
Acorde con las últimas proyecciones de la cadena de noticias NBC News, se perdieron12 de las 13 contiendas donde un negador de elecciones estaba en la boleta electoral para gobernador, secretario de estado o fiscal general en seis estados disputados.
Sin embargo, añadió el medio, los demócratas que se enfrentaron a tales candidatos en esas contiendas y los grupos no partidistas encargados de monitorearlas dicen que el peligro está aún latente.
“Si bien 2022 fue una victoria para los votantes, estamos a mitad de camino de un esfuerzo multifacético y de varios años para deslegitimar la democracia en el país”, dijo Jocelyn Benson, secretaria de Estado demócrata en Michigan, quien ganó la reelección la semana pasada contra Kristina Karamo, la candidata republicana alineada con Trump.
Pero, agregó, todavía tenemos una elección presidencial a menos de dos años, en la que anticipamos que muchos de los mismos desafíos pueden regresar.
Fivethirtyeigth, por su parte, advirtió que cuestionar los resultados de las elecciones de 2020 no ayudó a los nuevos aspirantes republicanos, pero tampoco perjudicó a los titulares.
Además, aunque algunos candidatos conservadores aceptaron su derrota, otros insisten en la existencia de prácticas fraudulentas.
En esos casos están Kim Crockett, quien se postuló sin éxito para la Secretaría de Estado de Minnesota y la excandidata a la gobernación de Arizona, Kari Lake.
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