Los enfrentamientos entre pastores y agricultores por el control de tierras fértiles y ganado en ese lapso también dejaron saldo de unos 600 lesionados y más de siete mil desplazados, indicó la Oficina de Coordinación de la ONU para Asuntos Humanitarios en Chad.
A través de un comunicado, ese organismo difundió que los últimos datos sobre occisos muestran el ascenso de ese indicador en relación con los 400 decesos reportados en similar etapa de 2021.
Por otra parte, Chad, país sin litoral ubicado en África Central, en los últimos meses sufrió inundaciones debido a intensos aguaceros, lo que provocó la reducción de espacios para el cultivo en algunas zonas, lo cual derivó a su vez en el recrudecimiento de los choques entre labriegos y pastores.
Según datos gubernamentales, las persistentes lluvias afectaron 18 de las 23 provincias chadianas. Ello incidió en el aumento de la inseguridad alimentaria, al ser arrasados cultivos, y en el éxodo de personas desde demarcaciones bajas.
Aparejado a los actuales problemas humanitarios, Chad vive sumido actualmente en una crisis política, agravada luego de protestas en N´Djamena, la capital, y otras partes del país el 20 de octubre último en las que manifestantes exigieron la entrega del poder a los civiles por la actual Junta Militar.
Como consecuencia de la represión de las fuerzas de seguridad resultaron muertos medio centenar de personas y heridas otras 300, documentaron organizaciones humanitarias.
Según medios de prensa locales, las protestas se desataron en Chad luego de que el gobernante Mahamat Idriss decidió prorrogar por otros dos años su mandato hasta la celebración de elecciones y la instauración de un Ejecutivo civil.
El actual mandatario provisional accedió al poder el 20 de abril de 2021, luego de que el anterior jefe de Estado, su padre Idriss Déby Itno, muriera durante una operación militar contra un grupo rebelde.
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