El organismo determinó a las 14:00, hora local que era imposible corregir la trayectoria y la posición de la sonda desde la Tierra, maniobras necesarias para completar su arribo a la Luna.
Aunque Omotenashi incumplirá el principal objetivo de la misión, JAXA comunicó que mientras esté volando llevarán a cabo operaciones de recuperación, así como mediciones de la radiación ambiente fuera de la magnetosfera terrestre.
Asimismo, precisó que el director del Programa de Ciencias Espaciales del Instituto de Ciencias Espaciales y Astronáuticas dirigirá un equipo de contramedidas constituido durante la jornada, el cual investigará con exactitud la causa del problema y recopilará datos útiles para enriquecer el programa de desarrollo de nanosatélites.
La sonda viajó al espacio el pasado 16 de noviembre a bordo del cohete estadounidense “Space Launch System”, del cual se separó sin contratiempos.
Informes preliminares sugieren que el dispositivo tiene las baterías agotadas, pues su panel solar continúa de espaldas al Sol. Además, el cuerpo gira ocho veces más rápido de lo previsto.
La fabricación de Omotenashi costó unos 800 millones de yenes (5,6 millones de dólares), dijo en conferencia de prensa Tatsuaki Hashimoto, profesor de JAXA, quien lamentó el fracaso del proyecto.
Este pequeño módulo de aterrizaje lunar mide 11 centímetros de largo, 24 de ancho y 37 de alto. Si hubiera tenido éxito habría sido el primero de su tipo de origen japonés en recorrer la superficie del satélite natural.
lam/lcp