En su último día de sesiones en el Centro de Convenciones de esta capital, la decisión es considerada como histórica para frenar el comercio ilegal de aletas de tiburón, sobre todo en Asia oriental, donde son codiciadas para la preparación de sopa.
La mayoría de los más de dos mil delegados de 183 paises, con reservas de la representación de Japón, acordaron regular el tráfico de 54 especies de las familias de tiburones réquiem (Carcharhinidae) y tiburones martillo (Sphynidae).
Al anunciar la medida la panameña Shirley Binder, quien expuso la iniciativa, destacó el impacto que tendría incluir a esos ejemplares, en peligro de extinción, en el Anexo II de Cites (comercio regulado) y que se estima podría ser el 90 por ciento del mercado.
Las especies con comercio prohibido están incluidas en el Anexo I de Cites, que desde su entrada en vigor en 1975, ha fijado reglas de comercio internacional a más de 36 mil especies silvestres.
El plenario también aprobó por unanimidad colocar en el Anexo II a la familia de las rayas guitarra (Rhinobatidae) y a varias especies de rayas de agua dulce (Potamotrygon) y ratificó propuestas sobre cocodrilos, ranas, tortugas y otras especies de todo el mundo.
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