Las declaraciones de Vestager llegan en la antesala de lo que algunos expertos vaticinan como una guerra de subsidios entre el bloque comunitario y la nación estadounidense, en el ámbito de la tecnología verde.
Podemos solucionar los elementos que nos preocupan, lo demostramos en el pasado y volveremos a hacerlo ahora, acotó Vestager tras una reunión esta jornada con funcionarios estadounidenses en el marco del Consejo de Comercio y Tecnología entre ambas potencias.
Al respecto, el vicepresidente comunitario de Comercio, Valdis Dombrovskis, aseguró que salieron de la reunión con sus colegas estadounidenses un poco más optimistas que al entrar.
Sin embargo, Dombrovskis aseveró que todavía queda mucho trabajo por delante.
La Ley de Reducción de la Inflación prevé inversiones millonarias en energía verde, y desde su anuncio enfrenta la oposición de varias potencias europeas, entre ellas Francia y Alemania.
Ambas naciones argumentan, por ejemplo, que los subsidios a vehículos eléctricos y componentes ofrecidos por la legislación (conocida como IRA, por sus siglas en inglés) pueden dejar fuera del mercado estadounidense a las empresas de la UE, poniéndolas en desventaja, señalan expertos.
En ese sentido, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, apuntó recientemente que el bloque comunitario de 27 países adaptará sus normas sobre ayudas, con vistas a la energía verde.
Los especialistas advierten que la iniciativa europea intenta hacerle frente a un posible un éxodo de inversiones provocado por las facilidades de la legislación de Estados Unidos, equipada con unos 430 mil millones de dólares para la inversión empresarial en tecnología ecológica.
Los analistas remarcaron también que la IRA brinda generosas exenciones fiscales que pueden atraer a las empresas, alejándolas de la UE y perjudicando a las compañías locales, desde los fabricantes de automóviles hasta los de tecnología verde.
Por su parte, Von der Leyen enfatizó que los estados miembros del bloque geopolítico europeo deben reflexionar acerca de cómo mejorar sus marcos de ayudas estatales y adaptarlos a un nuevo entorno global.
En ese sentido, el vicepresidente ejecutivo Dombrovskis, instó en las últimas jornadas a evitar una guerra de subsidios, por considerarla cara e ineficaz.
Lo que pedimos es equidad, queremos y esperamos que las empresas y las exportaciones europeas reciban el mismo trato en Estados Unidos que las empresas y las exportaciones estadounidenses en Europa, subrayó.
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