El fiscal federal para el Distrito de Puerto Rico, Stephen Muldrow, expresó junto al jefe del Buró Federal de Investigaciones, Joseph González, las consecuencias de intimidaciones a escuelas o compañeros en las redes sociales, porque “no son cosas de bromas”.
“Hacer una amenaza contra la seguridad de una persona o una organización a través de las redes sociales, por mensaje de texto, o por correo electrónico es un delito federal por constituir una amenaza mediante comunicaciones interestatales”, manifestó Muldrow.
Insistió en que aquellos que las publiquen o envíen pueden recibir hasta cinco años en una prisión federal o enfrentar cargos ante los tribunales en Puerto Rico.
Las autoridades puertorriqueñas encausaron este miércoles a Miguel Burgos, de 40 años, cuyo hijo de 12 llevó a la escuela República del Perú, en el sector capitalino de Santurce, un arma de fuego automática, aunque quedó en libertad después de satisfacer una fianza.
Dos menores también fueron entrevistados por los policías tras intercambiar mensajes en la plataforma WhatsApp con el propósito de provocar “un mar de sangre” en las escuelas secundarias University Gardens y Juan José Osuna, ambas en esta capital.
El martes, una estudiante de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez (occidente) advirtió que implosionaría un edificio del recinto, lo cual provocó la movilización de agentes expertos en explosivos de la Policía.
La autora de los mensajes en este sentido pudo ser identificada, pero las autoridades no ofrecieron detalles del curso seguido, pues la involucrada sufrió un ataque de pánico.
“Un comentario imprudente e impetuoso en las redes sociales pudiese resultar en que nuestros jóvenes comiencen su vida adulta en prisión y que lleguen a ser etiquetados como delincuentes por el resto de sus días”, sostuvo el fiscal federal Muldrow, al insistir en que “es necesario educarlos para evitar tan nefastas consecuencias”.
González manifestó, en tanto, que el FBI seguirá cada pista, porque la seguridad pública es su principal prioridad.
“Cuando se trata de amenazas a escuelas y otros lugares públicos, nuestra postura es de tratarlas como si fuesen creíbles para garantizar la seguridad del público”, ratificó.
Insistió en que seguirán cada pista y llegarán hasta el final de cada uno de estos incidentes.
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