Esa legislación enfrentó un camino difícil en el Senado incluso antes de que el Comité de Reglas comenzara a considerar el proyecto de ley, pero el debate de este martes subrayó la tarea casi imposible que enfrentan los demócratas para hacer avanzar la iniciativa, reportó la cadena CNN.
Los cambios propuestos a la medida fracasaron repetidamente con 9-9 votos empatados, pese a la presión de los republicanos.
El proyecto de legislación de largo alcance traería cambios a las elecciones, alterando todo el proceso, desde el registro de votantes hasta la votación anticipada, indicó CNN.
También reescribe las reglas federales de financiamiento de campañas, establece nuevos requisitos de ética para el presidente y los magistrados de la Corte Suprema, y busca terminar con manipulaciones partidista.
El líder de la mayoría de la Cámara Alta, Chuck Schumer, consideró que la legislación era necesaria para contrarrestar una ola de nuevas restricciones al voto en los estados liderados por republicanos.
Por su parte, el jefe de la minoría republicana, Mitch McConnell, dijo que el proyecto daría demasiado poder a los demócratas para establecer las reglas básicas de la administración electoral y la regulación de las leyes de financiamiento de campañas.
La llamada Ley Para el Pueblo surgió como una de las principales prioridades para el partido azul, ya que los republicanos en varios estados, incluidos Iowa, Georgia y Florida, aprobaron nuevas restricciones al voto este año.
Otros liderados por el partido rojo, incluidos campos de batalla clave como Arizona y Michigan, están considerando sus propias limitaciones en la votación, provocadas en gran medida por las repetidas afirmaciones falsas del expresidente Donald Trump sobre fraude electoral.
Durante las horas del debate de este martes, McConnell lideró a la fuerza republicana en el avance de una serie de cambios propuestos a la legislación general.
Esta medida fracasó, al igual que una serie de otras enmiendas, incluida una del senador demócrata Jon Ossoff de Georgia, la cual buscaba revocar una nueva ley en su estado natal que criminaliza a los votantes que se acercan para dar agua o comida.
Sectores progresistas ven este proyecto de ley como algo crucial para el futuro de la democracia en la nación norteña, pero los opositores republicanos lo perciben como una toma de control federal del proceso de votación y, por eso, se prevé un proceso difícil, coincidieron analistas.
oda/ifb