Los principales empresarios de Haití expresaron preocupación por la situación actual que enluta a las familias, asfixia la economía nacional y empobrece a la mayoría de los ciudadanos y abogó por un consenso urgente que permita el establecimiento de un Gobierno de unidad y una ruta clara para celebrar elecciones en un plazo razonable.
Los privados se comprometieron a apoyar el acuerdo e implementar reformas en los negocios del país para promover la transparencia, competencia leal y respeto a las normas éticas de las actividades económicas, además de poner fin a los desacuerdos del gremio.
También acordaron apoyar el Plan Estratégico de Desarrollo Económico y Social para atraer la inversión extranjera, crear empleos sostenibles y generar riqueza capaz de restaurar los servicios básicos de calidad y devolver la esperanza a los más jóvenes.
El compromiso de los empresarios se conoce tras las sanciones que desde noviembre adoptó Canadá y Estados Unidos contra influyentes políticos y miembros del sector privado por su supuesto papel en la desestabilización del país con el financiamiento de grupos armados, actividades de narcotráfico y comercio ilegal de armas, además de lavado de activos.
Las más recientes que emitió Ottawa afectó a Gilbert Bigio, reconocido como una de las mayores fortunas del país y la región, además de Reynol Deeb, uno de los principales importadores de Haití, así como Sherif Abdallah, influyente financiador de candidatos políticos.
La postura del gremio también sale a la luz en medio de una visita de alto nivel de diplomáticos canadienses que debe concluir este viernes y busca alcanzar un acuerdo entre los principales actores nacionales para solucionar la crisis.
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