El nerviosismo aumentó tras el reporte de Duke Energy Corporation sobre la ocurrencia de disparos el pasado miércoles cerca de su estación Wateree Hydro en Ridgeway, Carolina del Sur, después de que un hecho similar dañara dos subestaciones de la misma empresa en el condado de Moore, Carolina del Norte, refirió el sitio E&E.
Los incidentes en las Carolinas siguieron a otros en seis subestaciones en Oregón y Washington en octubre y noviembre, reveló la comunicación.
“Es preocupante y destaca cuán vulnerable es nuestra infraestructura crítica”, dijo Richard Mroz, asesor principal del grupo de defensa de la seguridad de la red Protect Our Power, en referencia a la serie de incidentes, citado por la fuente.
Los incidentes ocurren cuando los reguladores de energía y otros dicen que las amenazas al sistema de energía, ya sean de naturaleza física o cibernética, se vuelven más graves y comunes.
De manera particular, los ataques a la infraestructura de la red eléctrica y los elementos de la cadena de suministro crecen no solo en complejidad, sino también en volumen, dijo Manny Cancel, director ejecutivo del Centro de Análisis e Intercambio de Información Eléctrica de North American Electric Reliability Corp.
“Es el panorama de amenazas más complejo que he visto en mi experiencia, y he estado en esta industria durante mucho tiempo”, afirmó.
Hasta el jueves, las fuerzas del orden no lograban establecer los motivos de ninguno de los ataques recientes, ni se había identificado a los sospechosos.
El incidente del miércoles en la planta hidroeléctrica de Carolina del Sur no causó cortes de energía ni daños a la propiedad conocidos, sin embargo, los del condado de Moore dejaron a oscuras a 45 mil clientes en Carolina del Norte, añadió el reporte.
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