El plan, que espera su aprobación en la jornada de este martes 13 de diciembre, es una medida que la UE considera crucial para apoyar a la industria europea durante la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono, señalaron expertos.
En ese sentido, analistas del área remarcaron que el bloque comunitario propuso el pasado año una ley para imponer costes de emisiones de CO2 a partir de 2026 a las importaciones de acero, cemento, fertilizantes, aluminio y electricidad.
La iniciativa pretende evitar que las industrias nacionales de los veintisiete tengan perjuicios ante productos más baratos fabricados en países con normas medioambientales menos estrictas, advirtieron los expertos.
Asimismo, los especialistas enfatizaron que los negociadores de los países de la UE y el Parlamento Europeo pretenden llegar a un acuerdo respecto a esta norma el martes en la tarde, tras lo cual ambas partes deberán aprobarla formalmente.
La medida europea obligaría a las empresas que importan mercancías a la UE a comprar certificados que cubran las emisiones de CO2 incorporadas a esos productos, acentuaron los expertos.
Quienes acotaron, además, que el arancel forma parte de un paquete de políticas del bloque sobre acción climática.
Esta, en particular, intentará reducir para 2030 las emisiones de dióxido de carbono de la UE en un 55 por ciento, con respecto a sus niveles de 1990, subrayaron los especialistas.
Los analistas resaltaron que a finales de esta semana se negociará por separado la pieza central de ese paquete, que aborda la reforma del mercado comunitario del carbono.
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