La magistrada, cuyos representantes en todo el país monitorean las protestas, identificó a los caídos como Becan Quispe, de 18 años. D.A.Q. (15) y R.P.M.Ll. (16), Jonathan Arias (18), Wilfredo Lizarme (18) y Jonathan Lloclla (26), ultimados en la región surandina de Apurímac, así como Miguel Arcana (38), Arequipa.
Pese al comprobado uso de armas contra los manifestantes, el ministro del Interior, César Cervantes, dijo que los exámenes forenses a los cadáveres determinarán las causas de las muertes.
El primer ministro, Pedro Angulo, y el titular de Defensa, Alberto Otárola, sostuvieron que azuzadores operan en las marchas y estas serían financiadas por dinero ilegal.
Otárola dijo que las marchas son apoyadas por prefectos y subprefectos (representantes del Ejecutivo en todo el país), por lo que anunció la destitución de los nombrados por el expresidente Pedro Castillo.
Revollar pidió a los adolescentes que no se ubiquen en la primera línea de las marchas, porque exponen sus vidas.
El jefe de la Dirección contra el Terrorismo (Dircote), Óscar Arriola, dijo por otra parte que 119 policías resultaron heridos, uno de ellos grave, y cinco fueron retenidos por manifestantes desde el inicio de las protestas contra la nueva presidenta Dina Boluarte, por la libertad del destituido Pedro Castillo, por prontas nuevas elecciones y por una asamblea constituyente.
Los bloqueos de carretera se extendieron a la sureña región de Moquegua y crecieron en uno de sus bastiones, la región de Ica, donde se establecieron tres nuevos puntos de bloqueo.
Los cierres viales se registran además en Piura, La Libertad, la región de Lima, Arequipa, Apurímac, Huancavelica, Cusco, Madre de Dios, Ucayali, San Martín y Amazonas.
En Lima se registraron movilizaciones que fueron impedidas de llegar al Palacio de Gobierno y el Parlamento y en la ciudad surandina de Cusco marcharon hacia el aeropuerto de la ciudad con la aparente intención de tomarlos, como ha ocurrido en Andahuaylas y Arequipa.
También en la capital, pequeños grupos de activistas apedrearon las sedes del Ministerio Público y de la Corte Superior de Lima, y por la noche los locales de las televisoras América-Canal N y Panamericana -señalados como contrarios a la izquierda-, rompiendo los cristales de las ventanas.
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