Para el Ejecutivo, la filial de la canadiense First Quantum Minerals no puede seguir con maniobras para desconocer un convenio logrado en enero de este año que brinda beneficios al Estado, como la entrega de 375 millones de dólares anuales por utilidades.
Al no firmar ese texto, la administración de Laurentino Cortizo ordenó la suspensión de operaciones y cuestionó el envío a última hora de otras condiciones adicionales, al tiempo que exigió respeto.
En diciembre de 2017, la Corte Suprema de Justicia de Panamá declaró, mediante un fallo difundido en septiembre de 2018, como inconstitucional la ley de 1997 que avaló la concesión para la explotación de la mina, dada primeramente a otra empresa cuyos derechos recayeron tras varias ventas en Minera Panamá S.A. (MPSA).
El Gobierno y la firma comenzaron a negociar el nuevo contrato en septiembre de 2021 y en enero pasado lograron un acuerdo que incluía elevar de dos a entre 12 y 16 por ciento las regalías, garantizar un aporte anual mínimo al Estado de 375 millones de dólares, 10 veces más de lo aportado hasta ahora.
Tras el acuerdo de enero último, el siguiente paso era redactar un contrato y el Gobierno otorgó de plazo hasta el 14 de diciembre pasado para para la firma pero sin resultados; lo cual lo obligó a adoptar medidas alternas.
La víspera, autoridades de la compañía señalaron en un comunicado sentirse decepcionados por las acciones del Gobierno y señalaron que su objetivo es encontrar una resolución ganar-ganar.
Por su parte, el titular del Ministerio de Comercio e Industria, Federico Alfaro, indicó que se comenzó la implementación de un plan de cuidado y mantenimiento en la mina, es decir, «cesar las operaciones comerciales».
En los últimos siete días también tuvo lugar en Panamá la VII edición de la Semana de la Energía en Latinoamérica con la participación de delegaciones de más de 20 países.
Según el secretario de la Organización Latinoamericana de Energía (Olade), Alfonso Blanco, la región es la más verde del mundo, pero reconoció que aún falta un largo recorrido para descarbonizar el sector energético.
Blanco explicó en el foro que América Latina y el Caribe es también de las regiones más vulnerables al cambio climático, además de poseer una historia muy válida en términos de biocombustible, experiencias que deberían replicarse.
La Semana de la Energía centró sus deliberaciones en asuntos como innovación, desarrollo sostenible, integración, acceso a la energía, eficiencia, renovabilidad, género y seguridad energética. nmr/ga
