“Esta situación da nuevamente una visión muy clara sobre el poder y la hegemonía que tienen los dueños de estas plataformas de redes sociales”, escribió Gabriel Campero, autor del artículo Sesgo comunicacional en RRSS, caso Bolivia.
También secretario de comunicación social del Movimiento Boliviano de Solidaridad con Cuba-La Paz, Campero advierte que desde su posición hegemónica esos aliados del poder imperial con un simple “click” pueden acallar las voces de diferentes personas e imponer un cerco mediático sobre lo que acontece en ese país.
En relación con Bolivia, opinó que sigue siendo novel en cuanto a manejo de redes sociales y comunicación digital, y evocó la experiencia vivida en 2016, a raíz de falsos rumores sobre un inexistente hijo del expresidente Evo Morales.
Recordó que se desencadenó una serie de ataques en medios digitales, y eso influyó en una derrota en el referéndum de ese año.
Campero señala que tras aquella experiencia Bolivia decidió crear (de forma tardía) la dirección de redes sociales con un horizonte de posicionar la gestión de gobierno y los logros del Proceso de Cambio.
“Lamentablemente -añadió-, estas plataformas son más propensas al morbo y el odio, por tanto, diríamos que, pese a que se trabajó arduamente en esta área, poco o nada influyó, ya que todos los logros (que no son pocos en 14 años) valieron casi nada en el golpe del 2019”.
Señaló el especialista que durante aquellas revueltas que desembocaron en la renuncia de Morales el 10 de noviembre de 2019, imperó la posverdad en quienes actuaron contra de la democracia.
De esa forma, igualmente, se silenció las denuncias de los asesinatos cometidos en las masacres de Sacaba y Senkata, mediante la aplicación de la misma fórmula aplicada recientemente en relación con la represión a las protestas en Perú.
Considera Campero que estas experiencias reafirman la necesidad de crear nuevas plataformas de trabajo (algo difícil, pero necesario) porque la contemporaneidad impone que la soberanía también debe ser tecnológica y con fuerte incidencia en medios digitales.
Subrayó que Bolivia logró un fuerte avance en sus servicios digitales gubernamentales, pero poco o nada en cuanto a medios de comunicación, como sí lo alcanzaron ya países como China y Rusia, que tienen sus propias plataformas de información y comunicación.
“Hoy debemos hablar de mayor cantidad de medios estatales, barriales, comunales, indígenas, campesinos”, señaló, al tiempo que consideró necesario regular correctamente a los privados en cuanto a su ética, y trabajar en dirección lograr la soberanía en estas áreas.
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