Las ganancias del 0,1 por ciento del sector con las mayores riquezas del país se dispararon un 465 por ciento desde 1979 hasta el pasado año, mientras el 90 por ciento más pobre experimentó un crecimiento de solo el 29 por ciento, descubrió un análisis del Instituto de Política Económica (EPI).
Al examinar los últimos datos de los ingresos anuales de la Administración del Seguro Social, las expertas Elise Gould y Jori Kandra concluyeron que el uno por ciento de la sociedad ahora acumula una participación récord de las ganancias totales.
«Los salarios del uno por ciento superior crecieron siete veces más rápido que los del 90 por ciento inferior entre 1979 y 2021», escribieron.
Asimismo, atribuyeron el aumento de la desigualdad durante décadas a factores tales como un sueldo mínimo estancado durante mucho tiempo, protecciones laborales débiles y recortes de impuestos para los ricos.
A los que se encuentran en la parte inferior de la distribución de ingresos cada vez más sesgada de Estados Unidos no les va tan bien como a los pocos ricos en la parte superior, deja claro el análisis de EPI.
«El 90 por ciento inferior de los asalariados experimentó un crecimiento de sus sueldos muy por debajo del incremento promedio para los más favorecidos durante gran parte de los últimos 40 años o más «, apuntó el estudio.
En 2021, por ejemplo, la media de las ganancias anuales para ese segmento de menores recursos fue de 36 mil 571 dólares, mientras que el cinco por ciento superior logró, en promedio, 335 mil 891 dólares, más de nueve veces por encima, aclaró el análisis.
Durante ese año y el anterior, detalló, el único grupo que experimentó aumentos salariales reales fue el uno por ciento superior de la distribución de ingresos.
«Entre 2020 y 2021, las ganancias del uno por ciento superior y del 0,1 de más arriba aumentaron un 9,4 y un 18,5 por ciento, respectivamente», concluyó.
Gould y Kandra argumentaron que para revertir la tendencia de la disparidad de ingresos vertiginosa y garantizar un crecimiento saludable de los salarios para la gran mayoría de los trabajadores, los legisladores estadounidenses deben priorizar el pleno empleo y eliminar los obstáculos para que los trabajadores puedan formar sindicatos.
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