“No es facil decirles Feliz Navidad”, dijo la gobernante en video de saludo a la población por la festividad cristiana y agregó que “cuánto hubiese querido empezar este gobierno de transición sin esa volencia y sin esas perdidas humanas que me duelen el corazón”.
Se refirió así a las 26 vidas perdidas, según organizaciones de derechos humanos, en las operaciones policiales y militares de control de las protestas contra la nueva presidenta en el cargo por sucesión tras la destitución, el 7 de septiembre último, del presidente Pedro Castillo, por intentar disolver el Congreso e intervenir los organsmos de justicia, entre otras medidas.
Agregó que el saludo no es fácil también porque “hay muchas necesidades en los hogares, hay mucha desigualdad, que no es equitativo el trato que deben de tener”, según expresó.
Agregó que la pérdida de vidas “duelen en el corazón”, pero no admitió responsabilidad en las mismas e insistió en que las protestas son aprovechadas por “quienes quieren generar la violencia”, lo que ha generado, anotó, grandes pérdidas económicas.
“Pongámonos a conversar, a través de las nuevas autoridades que ustedes han elegido, como los gobernadores regionales y los alcaldes que asumirán sus funciones en enero, con los ministros y los congresistas que tienen la función de representar a sus regiones”, dijo.
La presidenta y el primer ministro, Alberto Otárola, fuerion denunciados por la congresista de izquierda Margot Palacios, como responsables políticos de las muertes, ante la Comisión Interamericana de Derechos Huamanos.
Entretanto, la congresista de Cambio Democrático, Ruth Luque, presentó una moción para que se conforme una comisión parlamentaria investigadora de las operaciones contra manifestantes en las recientes protestas sociales.
Por su parte, la experta Carmen Rosa Cardoza, fundadora del Equipo Peruano de Antropología Forense (EPAF), declaró al portal periodístico de Internet La Encerrona que 13 de los manifestantes abatidos fueron impactados por proyectiles de armas de precisión que dieron en sus blancos a una velocidad de 700 metros por segundo.
Añadió que en diez de los 13 casos los proyectiles impactaron en el tórax o el abdomen de los objetivos y en los tres restantes en la cabeza y el cuello y, por la velocidad de los proyectiles, tuvieron efectos devastadores a su paso.
El Gobierno y los mandos militares y policiales sostienen que las tropas actuaron defensivamente al verse amenazadas por manifestantes violentos o para impedir la vandalización de aeropuertos y edificios públicos.
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