El objetivo de la medida es minimizar el impacto de las tormentas invernales en la vida de las personas, así como garantizar la seguridad y protección del público a propósito del aumento de los desplazamientos previstos para la fecha, precisó el mandatario.
De acuerdo con un comunicado oficial, Kishida pidió a sus ministros que colaboren estrechamente con las autoridades locales y los operadores de ferrocarriles, carreteras y electricidad, en aras de adoptar todas las precauciones posibles.
Asimismo, destacó que si fuera necesario el gobierno central proporcionará subvenciones fiscales especiales para que las limitaciones financieras de las prefecturas no frenen la remoción de nieve de las vías públicas.
La Agencia Meteorológica alertó que, hasta alrededor del 7 de enero, las nevadas incidirán con más fuerza en las regiones del norte y el este del país, principalmente en el lado del Mar de Japón, con afectaciones incluso para las zonas bajas.
Según datos oficiales, al menos 17 personas murieron por la ola de frío que comenzó el 17 de diciembre pasado, 48 personas resultaron gravemente heridas y 33 casas sufrieron daños parciales.
Las nevadas paralizaron el tráfico en las autopistas nacionales de la prefectura de Niigata, donde además hubo interrupciones masivas de los servicios de telecomunicaciones y electricidad.
mem/lcp