En el Aeropuerto Internacional 4 de Febrero, en Luanda, el mandatario fue despedido por la vicepresidenta de la República, Esperança da Costa, y otros funcionarios del Ejecutivo.
Lula asumirá el cargo el próximo 1 de enero, tras derrotar en las urnas a Jair Bolsonaro, con el 50,90 por ciento de los votos, frente al 49,10 de su contrincante.
Por tercera vez, el candidato del Partido de los Trabajadores resultó electo para gobernar el país sudamericano, aunque los comicios de 2022 fueron los más cerrados en la historia reciente de Brasil, que afronta una polarización sin precedentes.
Al decir de Lula, fue elegido para gobernar a 215 millones de brasileños, sin mirar si la persona es de derecha o de izquierda.
Este triunfo, consideró, es “la victoria más consagratoria porque derrotamos el autoritarismo y el fascismo en este país. La democracia está de vuelta”, recalcó.
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