La Policía de Alemania encargada de los delitos políticos informó este viernes que investiga la venta de botellas de cerveza con simbología nazi en un mercado de bebidas de la localidad de Bad Bibra, situada en el estado de Sajonia-Anhalt.
Las autoridades aseguraron que el hecho fue denunciado a principios de esta semana y los promotores de la venta del producto en el mercado de bebidas de Bad Bibra pueden ser enjuiciados por el uso de símbolos inconstitucionales.
El caso trascendió a las redes sociales donde están circulando fotografías de varias cajas de cerveza nombradas “Deutsches Reichs brau” (en español, fabricación de cerveza del Reich alemán) a un precio de 18,88 euros.
En círculos nazis el número 18 representa la primera y la octava letra del alfabeto, que coinciden con las iniciales de Adolf Hitler. Mientras, el 88 es utilizado para decir “Heil Hitler”.
Tommy Frenk, descrito por la Policía como un ultraderechista consumado, publicó a principios de enero en su página web que comenzaría a vender la cerveza.
Durante el Quinto Foro Mundial del Holocausto nazi, celebrado este jueves en Jerusalén, el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, llamó la atención acerca del aumento del sentimiento de odio hacia los judíos en el viejo continente.
Desearía poder decir que nosotros, los alemanes, hemos aprendido de la historia de una vez por todas, pero no puedo decirlo mientras el odio se está extendiendo; no puedo decirlo mientras los niños judíos son escupidos en el patio del colegio, expresó.
Según encuesta realizada los días 21 y 22 de enero, publicada este viernes por el Instituto de Investigación de Mercado (Ipsos), el antisemitismo es un problema creciente en la sociedad alemana, criterio refrendado por el 57 por ciento de los entrevistados.
Sectores judíos de Alemania criticaron a finales de noviembre la controvertida subasta realizada en la ciudad de Grasbrunn por la casa Hermann Historica de artículos personales de Adolf Hitler, responsable de innumerables crímenes del nazismo contra la Humanidad.
El presidente de la Asociación Judía Europea (EJA, por sus siglas en inglés), el rabino Menachem Margolin, manifestó que “vender ese tipo de artículos no es diferente de subastar objetos personales de Osama bin Laden. El argumento histórico es pura semántica”, refiriéndose al líder del grupo extremista Al Qaeda.
En carta enviada a los partidos políticos alemanes pidiendo la suspensión de la subasta, subrayó que “los asesinos son asesinos”.
¿Qué motivación puede haber para que alguien compre cuchillos y tenedores de Hitler? ¿Dónde está el interés histórico intrínseco?, y apuntó que “esta no es una petición legal, sino moral”.
A pesar de las protestas, fueron vendidos el sombrero de copa de Hitler por 50 mil euros, además de cubertería, joyas, cartas, entre otros artículos hasta un total de 800, que en su momento pertenecieron a otros miembros de la plana mayor del nazismo.
El presidente de la casa de subastas, Bernhard Pacher, destacó que entre los objetos mejor pagados estuvo una edición de lujo del manifiesto propagandístico de Hitler, Mi Lucha (en alemán Mein Kampf), vendido por 130 mil euros.
En los últimos meses, partidos tradicionales y de izquierda en Alemania han manifestado su preocupación por el auge de los movimientos de ultraderecha en el país.
A principios de noviembre, la canciller federal alemana, Angela Merkel, condenó las acciones violentas protagonizadas en los últimos meses por los extremistas de derecha en el país y reiteró que “haremos todo para que esas cosas no vuelvan a suceder”.
Según encuesta publicada en octubre por el diario Bild, al alzarse con el 16 por ciento de los votos el partido ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD) se convertiría en la tercera fuerza política en ese país si tuvieran lugar elecciones en ese momento.
Razón de más para que no pocos alemanes anden preocupados porque existan personas en el país capaces de disfrutar una cerveza nazi, adornar su cabeza con la chistera de Hitler o leer el Mein Kampf.
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