Dicho fenómeno climático, consistente en una franja de humedad tropical profunda con aguaceros torrenciales y fuertes vientos acompañantes, sigue a otros de su tipo que ya azotaron la costa este en jornadas anteriores, y causaría una gran inundación capaz de persistir durante 10 días o más.
“Este probablemente será uno de los sistemas más impactantes a gran escala que se haya visto en mucho tiempo”, escribió uno de los meteorólogos de la agencia citado por el diario The Washington Post.
Los impactos incluirán inundaciones generalizadas, lavado de caminos, derrumbe de laderas, caída de árboles, cortes de energía generalizados, interrupción inmediata del comercio y, lo peor de todo, la probable pérdida de vidas humanas, añadió.
El río atmosférico está conectado a un sistema de baja presión intensificado rápidamente sobre el Pacífico nororiental, que se fortalecerá a un ritmo suficiente para ser clasificado como un «ciclón bomba».
Las bombas meteorológicas reciben su nombre debido a su desarrollo explosivo, e implica una caída rápida de la presión del aire, lo que a su vez genera un efecto de vacío permitiendo a la tormenta ingerir aire y generar fuertes vientos.
El Centro de Aguas Occidentales y Climas Extremos, una agencia de investigación que clasifica los ríos atmosféricos en una escala del uno al cinco según su intensidad y duración, califica el episodio inminente como un evento de categoría tres.
Sin embargo, esa calificación no tiene en cuenta las condiciones antecedentes de saturación, lo que amplificará el riesgo de árboles caídos y ayudará a que futuras inundaciones ocurran más fácilmente, ahondó el reporte.
Los pronósticos alertan sobre la caída de hasta 100 milímetros (mm) de lluvia al norte del Área de la Bahía entre mañana y el jueves, con cantidades de hasta 75 mm hacia el sur.
En elevaciones más altas es probable que haya precipitaciones totales de más de 150 mm hasta el jueves, con cantidades aisladas de hasta 200. ro/ifs