La breve carta de renuncia de Liendo, coronel de Inteligencia jubilado, la atribuyó a “serias complicaciones para cumplir con las funciones asignadas de acuerdo a ley” al cargo que ocupaba.
En una entrevista con el diario La República, la jefa de Estado declaró que de ninguna manera está de acuerdo con una declaración periodística de Liendo, formulada días antes de su nombramiento, el 18 de diciembre.
“En cada lugar donde se ataca a la Policía y a las fuerzas del orden, hay un objetivo político y eso se llama insurgencia terrorista”, es lo que dijo Liendo y ante lo cual, preguntada al respecto, la presidente anunció ajustes en la DINI y que estaba viendo la posibilidad de cesar al titular.
La designación de Liendo motivó preocupaciones en sectores de centro e izquierda que señalaron que en la década de los 90 del siglo pasado sirvió como oficial ayudante del jefe de facto del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), Vladimiro Montesinos, quien cumple una larga condena de cárcel por crímenes de lesa humanidad.
Otro señalamiento apuntó a sus frecuentes entrevistas con una televisora de derecha extrema en la que, según sus críticos, practicaba el “terruqueo”, versión local del macartismo, y atacaba a gobiernos progresistas latinoamericanos.
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