Los bloqueos de carreteras, que al inicio del día eran solo cuatro, aumentaron a 25 en diversas regiones, mayormente sureñas, a lo que se agregan más de 90 temporales en casi todas las regiones, según un reporte de la Superintendencia de Transporte Terrestre (Sutran).
Entre los cierres de vías se incluyó el corte en tres puntos de la carretera Interoceánica que lleva a Brasil, uno de ellos en Chalhuanca, pueblo natal de la presidenta Dina Boluarte, en la provincia de Angaraes de la región surandina de Apurímac.
La mayoría de las interrupciones del tránsito por carretera se ubican en Puno, donde pobladores de centros urbanos mantienen ocho puntos de bloqueo e impiden el paso a la frontera con Bolivia, de importancia económica por el tránsito de productos y turistas entre ambos países.
Los reportes de cortes de rutas, marchas y algunas paralizaciones, consignan también a las regiones de Arequipa -donde hubo disturbios con dos detenidos- y Ucayali, Cusco, Junín, Huánuco y Huancavelica.
A mediodía llegaron a Lima cientos de licenciados del Ejército que recorrieron el centro de la ciudad y a quienes en el trayecto se sumaron manifestantes capitalinos, que intentaron llegar a la sede del impopular Parlamento.
A diferencia de lo ocurrido el mes pasado, cuando las protestas registraron un saldo de 28 civiles inermes muertos, solo hubo algunos disturbios sin consecuencias fatales, aparentemente por la actiud moderada de los participantes y las fuerzas militares y policiales desplegadas por el Gobierno.
Las acciones de descontento piden la renuncia de la presidenta Boluarte, nuevas elecciones adelantadas este año y no en 2024, como proyecta el Congreso, un referendo sobre la pertinencia de una asamblea constituyente y en algunos casos la reposición de Pedro Castillo como presidente.
La mandataria se niega a tratar esos puntos por considerar que son inviables y solo ofrece dialogar sobre proyectos económicos y sociales.
A primera hora, el primer ministro, Alberto Otárola, se mostró optimista. “Creemos que lo peor ya pasó y ya superamos la situación de crisis hace unos días, con lamentables muertes, luego podemos tener la plena certeza de que los peruanos, especialmente en el sur, quieren continuar con tranquilidad sus vidas”, afirmó.
Por el contrario, el vocero de la bancada parlamentaria del opositor Partido Perú Libre, Flavio Cruz, coincidió con los llamados del Ejecutivo a evitar la violencia, pero advirtió al Gobierno que no subestime la protesta creyendo que cesará en dos o tres días, pues puede prolongarse por un mes, sobre todo en zonas rurales.
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