Los entendimientos, rubricados en reunión celebrada esta jornada en esta capital, describen los pasos para el trabajo en las áreas de hidrógeno, tecnología de baterías y energía eólica marina, remarcaron el primer ministro noruego, Jonas Gahr Stoere; y el ministro de Economía alemán, Robert Habeck.
Asimismo, los titulares subrayaron que los lazos cooperativos se extienden al ámbito de la captura y almacenamiento de carbono.
En medio de la crisis energética actual, vemos cuán importante resulta Noruega como proveedor de gas para Europa, pero también constatamos cuán crucial es cambiar más rápidamente a energías más renovables, advirtió Stoere.
De igual modo, antes de darse a conocer la firma de las declaraciones entre ambas naciones, la empresa petrolera estatal noruega Equinor y la de servicios públicos alemana RWE dieron a conocer su plan de desarrollar una cadena de valor industrial para la producción y el uso de hidrógeno bajo en carbono.
Esto permitiría a Alemania reducir su dependencia de la energía del carbón y reducir las emisiones de CO2, acotaron expertos.
Los especialistas también señalaron que las inversiones conjuntas dependen de la construcción de un gasoducto de hidrógeno que conecte Noruega y Alemania.
Al respecto, el ministro alemán recalcó que de concretarse la instalación, esta podría comenzar a entregar hidrógeno a partir de 2030, el año en que su país planea eliminar el carbón, al menos en sus estados occidentales.
Según datos del regulador de red alemán, Noruega proporciona en la actualidad alrededor del 40 por ciento de las importaciones de gas en la nación.
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