De acuerdo con el director del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), Samuel Moreno, del 8 de enero al 4 de marzo próximos el estudio se hará de manera presencial, implicará el uso de moderna tecnología y tendrá un costo de 54,7 millones de dólares.
Durante este proceso, se usarán ocho mil 650 dispositivos móviles para captar los datos de la población, aunque en algunas áreas de difícil acceso se utilizará el papel.
En esta ocasión habrá un cambio de metodología pues se pasa del tradicional censo de hecho al de derechos de 60 días, es decir, la diferencia es que anteriormente se realizaba un domingo en el que se cerraba la economía y nadie se podía mover, precisó el funcionario.
Ahora cambiamos a un censo más flexible, agregó, en el que no se cierra la economía y las personas tienen libre movilidad.
Según Moreno, se espera contar con datos preliminares el 15 de julio de 2023 y en octubre de este mismo año, tener la información final.
Unos nueve mil empadronadores visitarán las viviendas, identificados con su gorra, camisa y carnet, indicó, aunque las personas, si tienen dudas, pueden solicitar el número de cédula del empadronador y verificarlo en el sitio web de la Contraloría, lo cual garantiza la seguridad de la ciudadanía y los datos.
Moreno subrayó que los censos se realizan desde 1911 y cono en ocasiones anteriores, se trata de un asunto de Estado, por lo que solicitó la colaboración de los ciudadanos.
Antes el INEC precisó en un comunicado que los censos de población y vivienda de este año enfatizarán en asuntos relacionados con las condiciones de vida, pertenencia étnica y al acceso a los servicios vitales como el agua.
Entre las preguntas que harán los empadronadores, según ese texto, destacan detalles sobre la vivienda en la que residen las familias(hipotecada, propia o alquilada), los materiales de construcción y el tipo de servicio sanitario.
También se interesarán sobre los ocupantes del hogar, la fecha de nacimiento, si aparece en registro civil de Panamá, de otro país o ambos, número de cédula, de qué país tiene ciudadanía, estado civil actual y datos sobre otros familiares.
Además, si la persona se considera indígena de alguno de los siete pueblos originarios, afrodescendientes u otro grupo.
Indagarán también con los ciudadanos sobre existencia de seguro o si presenta alguna discapacidad y el grado de escolaridad, trabajo, ingresos económicos, entre otros datos.
Para el Gobierno del país istmeño el objetivo de estos censos es determinar el número de personas en el país, cómo viven y tener información que apoye el diseño de políticas públicas, programas y acciones sociales para mejorar la vida de los panameños y residentes.
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