Hay división entre el Gobierno y los banqueros sobre si honrar ese adeudo o renegociarlo, habida cuenta de la peor crisis financiera y económica libanesa en décadas.
La deuda externa del país supera los 90 mil millones de dólares, equivalente a 150 por ciento del producto interno bruto, y se vaticina que una erogación como la de marras causaría más quebranto a la deprimida economía nacional.
Diab, según el presidente del Consejo Nacional de Medios Audiovisuales, Abdel Hadi Mahfouz, aseguró que la decisión garantizará protección para las cuentas bancarias de depositantes pequeños y medianos.
Fuentes cercanas al ejecutivo, citadas por medios informativos, precisaron que el gabinete de 20 miembros analizó escenarios probables para lidiar con ese tema.
Un aplazamiento del pago por una semana es una alternativa antes de adoptar la medida definitiva, agregaron.
El jefe de la Asociación de Bancos del Líbano, Salim Sfeir, reiteró que una alternativa podría ser un canje de nuevos valores con los acreedores.
Esa sería una mejor solución, apuntó, y luego aplicar en lo inmediato reformas de limpieza en las finanzas públicas que restauren la confianza de los inversores.
Los acreedores podrían aceptarlo si el gobierno convence de que se enrumbará por políticas transparentes encaminadas a impedir más saqueo del erario como ocurrió en ejercicios gubernamentales anteriores, puntualizó.
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