Según precisó la portavoz de la Casa Rosada, Gabriela Cerruti, el mandatario dialogó con el exministro brasileño de Relaciones Exteriores Celso Amorim sobre la situación existente ese país.
Esta jornada, cientos de manifestantes radicales, seguidores del expresidente Jair Bolsonaro, invadieron y destrozaron las sedes del Congreso Nacional, la Corte Suprema y el Palacio de Planalto en el gigante sudamericano.
Fernández denunció un intento de golpe de Estado contra el mandatario Luiz Inácio Lula da Silva y pidió a los miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y el Mercado Común del Sur permanecer alertas y condenar lo ocurrido.
Brasil no merece este tipo de sucesos. Su pueblo vivió y avanzó en democracia, la cual debe ser preservada, aseveró.
Asimismo, señaló que los responsables y ejecutores de esas agresiones deben ser castigados en procesos judiciales, de acuerdo a la norma vigente.
Somos solidarios con el gobierno que el pueblo brasileño eligió por mayoría, afirmó.
Por su parte, el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel expresó su repudio “al asalto organizado por un grupo violento a los tres poderes del Estado, así como el silencio golpista de los cómplices”.
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